¿Habéis hecho los deberes que os dejé el mes pasado? ¿Sois megafans de Nino Bravo ya?
Este mes nos toca cambiar de arte y, aunque nos vamos a dejar a un montón de guaperas en el tintero, voy a ser escrupulosa con la lista que me ha dado mi señora madre y nos vamos a dedicar a los guaperas del cine!!
El primero de la lista es el primero por derecho propio. Era el prototipo de guaperas del momento: alto, delgado, bien peinado, bien vestido… Encima casi siempre hacía pareja con Doris Day, lo más próximo a la pareja perfecta que se podía imaginar. Cuando lo emparejaron con Angela Channing ya fue otra cosa…
Frivolidades aparte y aunque no pegue mucho hoy, su vida impactó también más allá de las pantallas porque fue uno de los primeros famosos que salió a la palestra reconociendo valientemente tener el SIDA. Ya solo por eso merecería ser más que un guaperas, pero no quiero ponerme intensa.
guapo rematao |
El segundo de la lista es Errol Flynn. En pantalla era casi igual que fuera de ella: pendenciero, mujeriego, vive la vida loca… Sus compañeros de vida eran las mujeres, alcohol y drogas. En la pantalla era el maravilloso (y un pelín fresco) Robin Hood que encandiló a la monísima Olivia de Havilland. O el Capitán Blood, el paradigma del pirata que caía bien.
Los dos siguientes de la lista vienen juntos porque, aunque son dos de los mejores actores que han dado los UeseÁ, casi es imposible pensar en uno sin el otro.
Butch Cassidy y Sundance Kid. Guapo y requeteguapo. O requeteguapo y guapo, lo que os guste más.
Ya ha estado por aquí Paul Newman, aunque sólo sea de refilón cuando os hablaba de Juan Pardo. Pero no podía dejar de nombrarle en cualquier lista de guaperas que se precie. Dos hombres y un destino, El Golpe… seguro que podemos pensar en muchas películas en las que las mujeres suspiraran por él. Y que le odiarán por tratar tan mal a Liz Taylor en La gata sobre el tejado de zinc.
De Robert Redford ya para qué os cuento! Creo que con El Gran Gatsby hizo que muchas mujeres del mundo odiaran a Mia Farrow. Y que muchos hombres del mundo odiaran a los hombres con traje.
El último – de hoy, no de los guaperas – a much@s de mi edad nos suena más por ser Anibal del Equipo A que por ser un guaperas. Pero creedme, lo era. Antes de darse también a los puros y a la bebida como muchos de sus coetáneos, George Peppard las volvía locas. Sobre todo después de Desayuno con Diamantes (la versión edulcorada en película, claro) y su carica debajo de la lluvia.
¿Qué os parecen los guaperas de nuestras madres?
¿Serían guaperas ahora entre Crepusculeros y Juegosdelhambre?
¿Ya no hacen hombres como los de antes?
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