El otro día buscando un
documental, que todavía no he visto por cierto, sobre los hooligans en el
mundo, me encontré con este maravilloso videojuego.
Lo único que hay que temer es quedarse sin cerveza , telita... |
La temática más simple no puede
ser: eres un hooligan y tu función en la vida es arrearle a todo bicho
viviente, con especial atención a los árbitros y a los jugadores contrarios, supongo.
Más allá de las contradicciones éticas que me asaltaron, me hizo pensar. Yo, que soy de
poco (o nada) insultar cuando voy al fútbol, al baloncesto o al fútbol sala,
que es – o era- mi espectro de actuación,
me pregunto ¿por qué no se dedican a jugar a este bonito videojuego esos que
van a insultar en vez de ver el deporte? Porque mira que tiene que descargar
adrenalina pasarse una hora dándole que te pego al botoncico. Fijo que a más de
uno de los angelitos del reportaje si les pones un ratico con esto se les pasan
las ganas de bronca y van al campo mansicos, mansicos.
Aunque voy más allá, si cuando se
me calientan las teclas leyendo cafradas de politicastros, idiotas integrales y
demás especies que pululan por el mundo, dejo de escribir y le doy a este
videojuego ¿me volveré un perrico pachón?
¿o para mí ya no hay solución posible?
Para que luego digan que los videojuegos no ayudan en nada.
¿Conocéis vosotros otros juegos parecidos a éste? Voy a investigar y si encuentro más de esta temática
profunda os lo traigo, que descargar el cabreo o el estrés nunca viene mal.
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